Matrimonio para todos: Todo lo que necesitas saber sobre la decisión del Supremo

Hace apenas dos años, la Corte Suprema de los Estados Unidos derrocó parte de la ley anti matromonio gay que le negaba a las parejas del mismo sexo legalmente casadas ciertas protecciones y beneficios.

La decisión en United States v. Windsor, sin embargo, no hizo alusión a la validez de las prohibiciones del matrimonio del mismo sexo. Aún así, y con algunas excepciones, diferentes estados de la nación americana sintieron el deber de invalidar leyes estatales que les prohibían a las parejas gays y lesbianas de casarse. El número de estados que permiten el matrimonio entre el mismo sexo ha crecido con rapidez. Tan reciente como en octubre del 2014, solo un tercio de los estados permitían el matrimonio entre personas del mismo sexo. Actualmente, estas parejas se pueden casar en 36 estados y el Distrito de Columbia. Esto se debe a que, en el pasado, el Tribunal Supremo Federal se ha expresado a favor de que cada estado cree sus propias leyes respecto a este tema.

Se espera que la Corte Suprema decida esta semana, o a principios de la semana que viene si las parejas del mismo sexo merecen casarse en cada estado.

Hay dos preguntas importantes que hacer a la hora de deliberar este caso. Primero: ¿Tienen las parejas gay un derecho constitucional a casarse o pueden los estados definir el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer? Esta es la más importante de las interrogantes, pues al darle la jurisdicción a los estados, éstos pueden prohibir mediante constitución el matrimonio gay (tal y como pretendían los autores de la Resolución 99). Segundo: Aún si los estados no permiten matrimonios del mismo sexo, ¿vienen obligados a reconocer matrimonios válidos de otras jurisdicciones?

Pros y contras:

Los argumentos de las personas que apoyan el matrimonio igualitario reclaman que los estados no tienen razón válida alguna para denegarle el derecho al matrimonio a los gays, algo que la corte había descrito como fundamental para perseguir la felicidad, según garantizado por la Constitución norteamericana (Life, Liberty and the Pursuit of Happiness). Para ellos, las leyes estatales que permiten solo matrimonios heterosexuales violan la garantía de la Constitución de que serán protegidos igualmente ante la ley, y convierte a los homosexuales en ciudadanos de segunda clase. Otros arguyen que negarles el derecho a casarse es parecido a las leyes de miscegenación que prohibían a los blancos casarse con los negros, y que fue derrocado por el Tribunal Supremo en el caso Loving v. Virginia en 1967.

Los estados responden que ellos siempre han sido responsables de hacer las leyes, y que los electores han respaldado cambios constitucionales para definir el matrimonio como algo exclusivamente heterosexual. Dicen también que existe un amplio debate nacional sobre el tema y que no hay razón para que las cortes impongan una solución que debe dejarse en manos de los respectivos estados. Según ellos, existe una buena razón para defender el matrimonio heterosexual a nivel constitucional: como solo las personas heterosexuales pueden procrear niños, está en los mejores intereses del estado el fomentar que las parejas formen familias capaces de engendrar niños.

¿A quiénes afecta esta decisión?

El Williams Institute de la Universidad Central de Los Angeles estima que en los Estados Unidos existen 390,000 parejas casadas del mismo sexo. Si las cortes deciden que éstos tienen derecho a casarse, otras 70,000 parejas que viven en estados que no les permiten casarse, podrían hacerlo de aquí a tres años, según estima el instituto. Aproximadamente existe un millón de parejas del mismo sexo, casadas y que conviven en los Estados Unidos.

¿Qué queda por hacer?

Un cabo que quedaría suelto después de esta decisión, sea cual sea, son las exenciones religiosas para personas que se oponen al matrimonio igualitario. Está más que claro que las iglesias no quieren ni tienen que casar personas del mismo sexo, si el hacerlo viola sus principios religiosos, pero ¿y los tribunales? ¿Pueden los fotógrafos negarse a retratar bodas gay? ¿Puede una repostería negarse a hacerle un bizcocho a dos hombres? Los grupos civiles dicen que continuarán presionando para que se les otorguen otras protecciones contra el discrimen hacia el colectivo LGBTT a la hora de recibir empleo y casa, además de otras áreas. Aún si las parejas del mismo sexo ganan el derecho a casarse en todas partes, aún hay personas que pueden ser despedidas a base de su orientación sexual en más de la mitad de los Estados Unidos.

Por último, ¿qué significa esto para Puerto Rico? 

Debido al campo ocupado federal (federal preemption) que tiene Estados Unidos con Puerto Rico, una decisión federal significaría que el Estado Libre Asociado no podría enmendar su constitución, ni crear  ley alguna que vaya en contra del mandato federal. Además, deberá reconocer automáticamente matrimonios hechos en otras jurisdicciones norteamericanas.

Información cortesía del Houston Chronicle .