El tóxico y devastador culto de las terapias de conversión LGBT+ llega a la pantalla. Producido por Ryan Murphy, “ Pray Away” es un documental que cuenta las historias de los ex líderes y sobrevivientes que pasaron por terapias de conversión en los Estados Unidos. Estas personas narran sus experiencias y cuentan como su presente aun es afectado por este pasado.
La persona que da inicio al documental es un hombre “ex trans”, Jeffrey McCall. Su historia es contraria a los otros testimonios. En el documental se muestran imágenes de si mismo cuando era mujer trans y cuenta la historia de como fue “salvado” por las terapias de conversión, teniendo ahora la misión de ayudar a otras personas, a través de la religión. Julie Rodgers, Randy Thomas, Yvette Cantu Schnedider y John Paulk comparten sus memorias relacionadas a las terapias de conversión: de como en el pasado dejaron de ser “convertidos” a ser líderes del movimiento “ex gay”, para ahora estar orgullosos de su sexualidad y como vivien con el arrepentimiento de haber hecho a miles de personas sufrir con la represión de su identidad.
Kristine Stolakis, directora de Pray Away pretende que el documento ponga el asunto en el mapa y querer pasar el mensaje que los movimientos ex gay son peligrosos.
Las terapias de conversión son una realidad aun presente y practicada en varios países y afectan a miles de personas. En Puerto Rico, las terapias de conversión está prohibida por la Asociación de Psicología, y se practican desde el clandestinaje: sendas propuestas a lo largo de los años han intentado ponerle un alto a esta práctica y han sido infructuosas debido a las presiones de la derecha conservadora.
Pray Away está disponible en la plataforma de streaming Netflix.